Nuevamente el sabor agridulce. Esta vez no por la derrota, sino por no haber ganadodo con un equipo de menor categoría: nuestros archirrivales de "Don Emilio". Esta comparsa que metia cambios como si fuera un formula uno y se movía como una carreta con el caballo muerto nos madruga con un gol tempranero. Situación que pude subsanar con un pase-gol de exquisita factura a nuestro volante con problemas de doble personalidad (aun no se sabe si hay llamarlo Raul u Omar). En el segundo tiempo el siempre sacrificado Guille pone el 2 a 1 haciendo justicia por propio pie.
Luego, los rivales (de menor categoria, de aspectos mas propio de ladronzuelos de callejon y con unas camisetas que me hacian acordar al mantel que usa mi tia Yolanda cuando les caigo de sopetón a almorzar con toda mi familia) nos meten en nuestra area, de la cual salimos de vez en cuando, de a uno y para que entre otro a sufrir en lugar de uno dentro de la zona de peligro. Así llego el taimado empate con un gol de caualidad. Por que es casualidad que entre una pelota en el arco cuando hay quince jugadores peloteando abajo del arco.
Y bueh.... un puntito para salir de pobre
Lo mejor, Huguito, y los 320 kg que pusimos en la defensa
sábado, 12 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario