Bueno, bueno….. bueno.
No hay caso. Si en el partido anterior habíamos tenido llegadas ante un equipo difícil, ¿qué decir de éste?
Más de 15 disparos al arco… pero al arco… no afuera, no cerca, no en el palo. Al arco.
El equipo un relojito, ante un rival que dejaba jugar.
Es más, estos señores de casaca roja parecían estar dándole una mano a su arquero, para que se luciera ante algún representante de un club europeo.
Y el arquero de ellos cumplía con atajadas angelicales. Daban ganas de ir a darle un beso de lo bien que defendía la valla. Ni un rebote el endiablado …
El primer tiempo terminó sin goles, y alguien tuvo que despertar a nuestro guardametas para que no siguiera en el arco durante el entretiempo.
Alguien debió despertarlo cuando faltando 5 minutos, y después de un ataque intrascendente del Multimarca Z, en un corner conectan un cabezazo (¿un nucazo?) y nos ponemos 0-1 abajo.
Por suerte un compañero se apiadó del pobre Guille que desde el banco de suplentes daba saltitos como un teletubbie, al grito de “quiero entrar, quiero entrar!!”. Y digo suerte porque (aparte de dejar de dar ese espectáculo deprimente) nuestro velociraptor, a segundos del gol contrario, sacó un tiro a rastrón desde afuera del área que ponía algo, un poquito, de justicia.
El partido terminó y la pregunta quedó flotando en el aire… ¿Cuándo vamos a ganar un partido?
Lo mejor de la jornada: el buen juego y la entrega del equipo y los choripanes de Omar.
No hay caso. Si en el partido anterior habíamos tenido llegadas ante un equipo difícil, ¿qué decir de éste?
Más de 15 disparos al arco… pero al arco… no afuera, no cerca, no en el palo. Al arco.
El equipo un relojito, ante un rival que dejaba jugar.
Es más, estos señores de casaca roja parecían estar dándole una mano a su arquero, para que se luciera ante algún representante de un club europeo.
Y el arquero de ellos cumplía con atajadas angelicales. Daban ganas de ir a darle un beso de lo bien que defendía la valla. Ni un rebote el endiablado …
El primer tiempo terminó sin goles, y alguien tuvo que despertar a nuestro guardametas para que no siguiera en el arco durante el entretiempo.
Alguien debió despertarlo cuando faltando 5 minutos, y después de un ataque intrascendente del Multimarca Z, en un corner conectan un cabezazo (¿un nucazo?) y nos ponemos 0-1 abajo.
Por suerte un compañero se apiadó del pobre Guille que desde el banco de suplentes daba saltitos como un teletubbie, al grito de “quiero entrar, quiero entrar!!”. Y digo suerte porque (aparte de dejar de dar ese espectáculo deprimente) nuestro velociraptor, a segundos del gol contrario, sacó un tiro a rastrón desde afuera del área que ponía algo, un poquito, de justicia.
El partido terminó y la pregunta quedó flotando en el aire… ¿Cuándo vamos a ganar un partido?
Lo mejor de la jornada: el buen juego y la entrega del equipo y los choripanes de Omar.
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